Con Germán Casagua, Neiva construye dignidad desde el campo hasta la ciudad: obras que saldan deudas históricas, protegen el territorio y devuelven esperanza a miles de familias

Neiva vive un momento de transformación profunda. Bajo el liderazgo del alcalde Germán Casagua, la ciudad le está dando un nuevo sentido a la palabra gobernar: uno que se escribe con territorio, escucha y cumplimiento. Hoy, más que promesas, hay resultados. Más que discursos, hay hechos. Y más que obras, hay dignidad.

La jornada comenzó en la vereda San Antonio, corregimiento de Vegalarga, donde por décadas la comunidad convivió con el olvido institucional. Allí, una necesidad básica como el saneamiento fue postergada por más de veinte años. Pero esa espera terminó. Hoy, gracias a una gestión comprometida con lo esencial, se inicia la construcción del sistema de alcantarillado y la planta de tratamiento de aguas residuales, una intervención que representa vida, salud, dignidad y justicia para cientos de familias rurales.

“Aquí no estamos hablando de tubos ni maquinaria. Estamos hablando de saldar una deuda con una comunidad que por años no tuvo presencia del Estado. Hoy vinimos no a prometer, sino a cumplir. Hoy comienza una nueva historia para San Antonio”, expresó el alcalde Germán Casagua en medio del encuentro con la comunidad.

Esta obra no es un hecho aislado. Hace parte de una visión de ciudad que empieza por donde antes nadie miraba: los caminos de tierra, las casas sin agua, los barrios sin voz. Porque cuando se gobierna desde el territorio, la dignidad no se decreta, se construye.

Brisas del Sena: del barro al bienestar

Mientras el campo recupera la esperanza, la zona urbana también florece. En el barrio Brisas del Sena, la Administración Municipal y la Gobernación del Huila trabajan juntas para entregar una nueva vía pavimentada, que será mucho más que concreto: será movilidad segura, será calidad de vida, será el fin de los días de barro y polvo, y el comienzo de un entorno digno y funcional para niños, adultos mayores, estudiantes y trabajadores.

Además, se coordinan acciones comunitarias para la instalación de alumbrado público, la colocación de tapas de alcantarillado y el cubrimiento de sumideros de aguas lluvias, asegurando que cada detalle de la obra responda a las verdaderas necesidades del sector. Esto no es solo infraestructura, es bienestar.

Cuidar el territorio también es gobernar

Y mientras se construyen calles y se conectan redes de saneamiento, también se protege la vida. Gracias a una denuncia ciudadana, se logró detener una actividad de minería ilegal en zona rural de Neiva, que ponía en riesgo el suelo, el agua y los ecosistemas. Cuatro personas fueron capturadas y se incautó maquinaria utilizada para esta práctica ilegal. Una acción que demuestra que la defensa del territorio también es prioridad para esta administración.

“Cada metro de suelo que recuperamos es una victoria para nuestros hijos y para nuestra casa común. Denunciar también es proteger el territorio”, señaló el alcalde Casagua, agradeciendo la colaboración de la ciudadanía.

Obras que no se prometen, se cumplen

Desde San Antonio hasta Brisas del Sena, pasando por las veredas, los barrios y las montañas, Neiva comienza a ver los frutos de un gobierno que cumple. Que escucha. Que camina con la gente. Que trabaja con las botas puestas.

Con Germán Casagua, la dignidad no es un discurso: es una vía pavimentada, es un servicio básico que por fin llega, es una obra socializada con la comunidad, es una denuncia que protege la vida, es un Estado que vuelve a mirar al campo y que escucha los barrios populares.

Así avanza Neiva: paso a paso, con la frente en alto y los pies en la tierra. Porque cuando las obras son reales, la esperanza no se pierde… florece.