La más reciente crisis política llevó al presidente Gustavo Petro a pedir la renuncia protocolaria de cuatro ministros (Trabajo, Tecnologías de la Información, Comercio y Transporte). La medida busca recomponer la debilitada coalición gubernamental tras la derrota oficialista en la elección de un magistrado de la Corte Constitucional. Analistas consideran que los constantes cambios dificultan la ejecución de políticas y alejan al Gobierno del Congreso, en un contexto en que el Ejecutivo intenta sacar adelante su tercera reforma tributaria y la reforma a la salud.

El politólogo Carlos Arias afirmó que mover ministros cada tres o seis meses impide consolidar agendas sectoriales y revela un “desastre en términos de gestión”. Otro consultor, Fernando Posada, señaló que al presidente le queda menos de un año de gobierno y el poder se desplaza al Congreso, lo que afecta proyectos emblemáticos y genera una mayor práctica de clientelismo, pues los partidos exigen cuotas burocráticas a cambio de votos.